Bretaña: tradición, cultura y naturaleza como seña de identidad

Bretaña, región francesa característica por ser una tierra auténtica, ya que convergen tanto las numerosas leyendas que se cuentan sobre ella como sus tradiciones, dando lugar a su fuerte carácter e identidad únicos. De paisajes sorprendentes al encontrarse entre la Costa Esmeralda y la Costa de Granito Rosa, que los hacen espectaculares.

Se localiza en el noroeste del país, justo debajo de la región de Normandía. Al no ser un destino muy conocido y popular en España, por lo general, no se encuentra masificado y es ahí donde radica gran parte de su encanto (turismo slow).

Muy ligada a su folclore y tradiciones, hacen que se preserven especialidades gastronómicas particulares como su marisco, el couchen, flan bretón o kouigh-amann, entre otros. Además, toda su herencia cultural se muestra en sus numerosos festivales, Festival Intercéltico de Lorient o el Festival de las Viejas Carretas, y en sus encantadoras ciudades, entre las que se encuentran:

JOSSELIN: Perfecto ejemplo de pequeño pueblo de cuento de hadas en el corazón de Francia, con su castillo, callecitas medievales adoquinadas con casas repletas de flores y un río tranquilo que lo cruza. Sus principales reclamos son la Plaza de Notre-Dame (llena de vida gracias a los numerosos locales y bares) y el Ayuntamiento. Sobresale la visita al Castillo de Rohan (s.XV), escenario de contiendas bélicas entre los duques de Rohan y los pueblos vecinos.

NANTES: Ciudad de Verne, que sorprende a sus visitantes en cada uno de sus rincones. Descubrirá gran cantidad de máquinas donde se construyeron grandes barcos, consideradas auténticas esculturas urbanas. Su pasado medieval está presente en su casco antiguo gracias al castillo, de inspiración renacentista, de los duques de Bretaña. Frente a la Catedral gótica de San Pedro y San Pablo, está la Torre Bretaña, que recuerda a la Montparnasse de París. La Plaza Royale de Nantes es el símbolo revolucionario de la ciudad, ya que allí se celebraron ejecuciones durante la Revolución.

DINAN: Toda ella está decorada al estilo medieval. Destaca la calle Jerzual, con sus casas de entramados de madera, sus comercios de artesanos y artistas (doradores de madera, sopladores de vidrio, curtidores, tejedores…) le hipnotizarán. Podrá visitar la Basílica de San Salvador (s.XII), de influencias persas, bizantinas y románicas donde se custodia el corazón de Bertrand du Guesclin; subir a la torre del reloj donde disfrutará de las mejores vistas de la ciudad; visitar la Casa del Arpa…

ROCHEFORT EN TERRE: Pueblo más bonito de Francia en 2016. Su autenticidad y calidad arquitectónica hace que confiera un aire excepcional. Enclavado sobre el Valle del Gueuzon, sus casas de granito perfectamente conservadas con tejados de pizarra y ventanas repletas de flores junto a su castillo (reconstruido tras la Revolución Francesa) y pequeños establecimientos de artesanos, le trasladarán a un cuento de hadas. En Place du Puits, encontrará las casas más antiguas y frente al Ayuntamiento, la Plaza del Pozo llena de hortensias, flores y campanillas rojas. No puede obviar la visita a la Colegiata de Notre-Dame, protagonista de numerosas leyendas y mitos.

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